Es una de las denominaciones de origen de mayor peso en España, conocida nacional e internacionalmente, su sabor y aroma son únicos en el mundo, de ahí que los amantes del vino sepan apreciarlo, ya sea solo o acompañado.
Como bien es sabido, España es una tierra de buen vino, tanto es así que a lo largo de toda la geografía hay numerosos rincones en los que los viñedos son protagonistas. Aunque la mayoría de vinos españoles son de gran calidad, uno de los mejores y más destacados dentro de la gastronomía, sin duda, es el Ribera del Duero. Se trata de una Denominación de Origen con identidad propia, muy conocida en el país y en otras regiones del mundo.
Es en Peñafiel, donde se concentra el mayor número de bodegas de esta Denominación de Origen tan afamada, con nombres tan conocidos como Protos, Resalte o Pago de Carraovejas. El Ribera del Duero cuenta con una gran variedad de vinos con excelente sabor, no obstante, la modalidad de vinos tintos es quizás la más famosa.
Lo cierto es que el vino Ribera de Duero es ideal para cualquier ocasión que se precie, ya que por sí solo ofrece un excelente regalo para el paladar. Sin embargo, este tipo de vino también se utiliza bastante para el maridaje, sabiendo que puede casar a la perfección con numerosos platos suculentos, y de esta forma, crear una explosión de sabores única e inigualable.
¿Qué es el maridaje?
Muchos expertos del sector lo denominan como el arte de equilibrar sabores, y están en lo cierto, ya que si se marida bien, el resultado puede ser excelente. La idea es realzar el sabor, tanto del plato como del vino, creando una mezcla de sensaciones exquisita.
En este sentido, el vino Ribera del Duero es magnífico para el maridaje, porque prácticamente con cualquier comida se intensificará su sabor y se convertirá en el acompañante perfecto para cada ocasión.
Si se va a iniciar en el terreno del maridaje, lo ideal es comenzar por combinar un Ribera del Duero Gran Reserva con alimentos tradicionales y típicos de esta zona, como puede ser el lechazo, si bien una vez que se tenga dominada la técnica, se podrán llevar a cabo múltiples combinaciones sorprendentes.
Vinos de crianza
Dentro de los muchos alimentos que existen en la gastronomía española, las carnes son de las más apreciadas, puesto que en muchos puntos del país hay una buena crianza. Precisamente de crianza debe ser el tinto Ribera del Duero que se utilice para maridar con las carnes, tales como los corderos asados, lechazos o estofados.
Vinos jóvenes
La Denominación de Origen Ribera del Duero también cuenta con vinos tintos jóvenes, y en este caso, los expertos recomiendan maridarlos con sopas y platos de verduras. También casa muy bien con las carnes a la parrilla y los guisos, especialmente aquellos elaborados con aves.
Vinos de reserva
Por supuesto, los vinos de reserva Ribera del Duero son de los mejores productos que se pueden encontrar en el mercado. Precisamente por su calidad, aroma y sabor, se considera el mejor amigo para arroces, cremas y pastas. De igual modo, se suele utilizar bastante en el maridaje, acompañando a embutidos ibéricos, especialmente el producto estrella, el jamón ibérico de bellota.
Ribera del Duero, la mejor variedad de vinos
Como ya se ha mencionado, dentro de la gran variedad de vinos que ofrece esta Denominación de Origen, los tintos son los más populares. En este caso, el vino joven se caracteriza por tener un aroma afrutado, mezcla de sabores y algo de acidez, aunque bien equilibrada.
Por su parte, los vinos de crianza también cuentan un toque frutal, aunque lo que más destacada es esa sensación aterciopelada al tomarlo. Y finalmente, los reserva y los gran reserva, son los que tienen un sabor más intenso, fruto del tiempo de elaboración, que oscila entre los 12 y los 36 meses.
Hay que decir que Ribera del Duero también cuenta con vinos rosados, y actualmente, algunas bodegas se están iniciando en los vinos blancos.